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El frío diciembre del Arsenal y el Barcelona

Aunque ejemplos como el Milagro de Berna, mítico en este caso, confirma al fútbol como el territorio de lo impensado, para el hincha calcular las probabilidades es indispensable, quizá porque acerca el placer aún lejano al día a día. Y este diciembre ha sido un mes especial para la especulación, con los grupos del Mundial armados y los cruces de octavos de final de la Champions definidos.

Aunque ejemplos como el Milagro de Berna, mítico en este caso, confirma al fútbol como el territorio de lo impensado, para el hincha calcular las probabilidades es indispensable, quizá porque acerca el placer aún lejano al día a día. Y este diciembre ha sido un mes especial para la especulación, con los grupos del Mundial armados y los cruces de octavos de final de la Champions definidos.

Publicado: 2013-12-22

El 1 de diciembre, el Barcelona perdió su primer partido por Liga, en Bilbao frente al Atlético, y venía de caer con el Ajax en la Champions, lo que fue la primera derrota en la era Martino. Diciembre es un mes bisagra, que empieza a medir, más que la calidad del once titular, la fortaleza del plantel. Para los equipos ingleses la exigencia es mayor este mes, pues deben afrontar dos copas internas y la Premier, tienen un ojo puesto en Europa y además no se les da días festivos, que sí tienen otras ligas; en Alemania el receso de invierno es hasta fines de enero.

Las derrotas de diciembre han sido más dolorosas para el Arsenal que para el Barza: perdió 5 puntos, goleada incluida del City, y si no le gana al Chelsea dejará de ser el líder en solitario; cedió el primer puesto de su grupo de Champions, y en el sorteo le cayó el campeón defensor, Báyern Múnich.

Martino, aunque viene dando descanso a sus jugadores y busca ampliar el plantel, tiene la tarea pendiente de reforzarlo. Es cierto que cinco de los 11 titulares (Valdés, Dani Alves, Puyol, Jordi Alba y Messi) están lesionados, lo que perjudica a cualquiera. El Arsenal, considerando las cercanas y malas experiencias, como la eliminación en cuartos de final de la Copa de la Liga del año pasado a manos del Bradford de la cuarta división, debería tener un plantel más largo. Los Gunners también han sufrido por lesiones. Además, los jugadores pasarán fiestas pensando en fútbol, porque el 1 de enero enfrentan al Cardiff en Londres por la Premier y el 4 a su clásico rival, el Tottenham, por la Copa. Toda una prueba anímica en un calendario que no da respiro.

¿Hay fanatismo sin especulación?

Especular es una necesidad del fanatismo futbolero. Es una forma de acercar al presente el placer futuro. Con los grupos del Mundial y los cruces de octavos de Champions definidos, el espíritu del fútbol está más en lo posible que en lo real. Especulamos aunque se sepa que al menos hasta febrero no se puede tener una idea clara de cómo llegarán los clubes de Europa a octavos de final y mucho menos las selecciones a Brasil 2014. Lesiones, rango de rendimiento de las figuras, desgaste del plantel, son variables que anulan cualquier predicción; sin embargo, insistimos.

Entre los cruces más llamativos de la Champions está el Barcelona-Manchester City. El pico de rendimiento de los ciudadanos y el cuestionado presente del Barza animan a pronosticar una temprana salida de los blaugranas. Ingresemos, pues, al reino de la especulación, donde todo es posible, incluso calcular el pasado: 1) Si el partido hubiese sido hace una semana, con los 5 lesionados del Barza, el City hubiese partido como favorito. 2) El City en pico de rendimiento podría complicarle la vida incluso al mejor Barza de la historia, si es que, al igual que el de hoy, tiene medio equipo titular fuera de la cancha.

El Barza no es el mismo de hace dos años, como ha dicho Pellegrini, el técnico ciudadano. El estilo ha variado, se prefiere la verticalidad sobre la posesión en amplios tramos del partido. Es lógico que suceda, ya que Martino no es Pep, y no proviene de la escuela blaugrana. Sin embargo, para el cruce faltan más de dos meses. Hoy, con el Kun lesionado, el panorama ya no es el mismo para el City. Hay que esperar, a su vez, lesiones y el ritmo que tendrán los jugadores en esos días. Y es que especular, por lo divertido que sea, así sea una necesidad, no tiene sentido al menos hasta unas semanas antes del partido, y eso, pues una lluvia puede desnaturalizar un encuentro decisivo, como sucedió en el Mundial del 54. Hungría era el amplio favorito en la final frente a Alemania. Había ganado todos sus partidos, incluido un 4-2 a Brasil en cuartos de final, el mismo marcador frente a Uruguay –campeón y subcampeón del mundial anterior–, y un 8-3 en fase de grupos sobre su rival de la final. Hungría era invencible: acumulaba 33 partidos invicto. La única opción para los germanos era que lloviera, para ensuciar el partido. Pues esa tarde llovía en la capital suiza. Al título alemán se le recuerda como el Milagro de Berna por la remontada 3-2 después de ir dos goles abajo a los 8 minutos del primer tiempo.


Escrito por

Fabrizio Tealdo

Historiador de profesión, escritor por convicción y periodista por vocación. Hablo de fútbol y tenis hasta cuando duermo.


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